Mª del Carmen Cervigón Rodríguez nació
en la ciudad de La Coruña el día 5 de diciembre de 1929, falleciendo
cristianamente el día 26 de febrero de 2023, a la edad de noventa y tres años, después de
recibir los Santos Sacramentos.
Desde muy joven mantuvo su vinculación
con la Orden Religiosa de los Padres Jesuitas, siempre muy próxima y cercana a
la figura del humilde e inolvidable jesuita herculino, RP Antonio Rubinos,
S.J., hasta su fallecimiento en 1983.
Su cercanía con el inconmensurable jesuita
coruñés, unido a las necesidades que tenían las madres de San Roque de Afuera
(lugar de ubicación del otrora “Patronato de la Caridad”), que demandaban la
disposición de un establecimiento donde cobijar a sus hijos/as y, por tanto,
conciliar su vida familiar, social y laboral (pionera en nuestra ciudad en
apoyar la conciliación familiar y laboral), motiva la creación en el año 1966
de la denominada “Guardería Infantil”, para que los niños/as de la zona
indicada dispusieran de su prestación asistencial y educativa, al entender,
María del Carmen, que esta obra era una consecuencia inherente a la dignidad
humana, estableciendo las condiciones para satisfacer necesidades básicas de
las personas y que desde un prisma axiológico se fundamentaban en la igualdad
material y la solidaridad.
Por ello, cuándo asumo la presidencia
del otrora “Patronato de la Caridad” en el año 2001, mi primera propuesta
consistió en la modificación de la nomenclatura del Patronato de la Caridad por
la de Institución Benéfico Social Padre Rubinos (ahora, Real por atribución de Su
Majestad el Rey como consecuencia de nuestro Centenario en 2008), en
reconocimiento a la labor humana, cultural y cristiana de Padre Rubinos, y acto
seguido la modificación de la Guardería Infantil por la de Escuela Infantil
María del Carmen Cervigón, por sus desvelos en la construcción de un centro
educativo y asistencial de necesidad social y humana.
María del Carmen Cervigón tenía como
riqueza su patrimonio espiritual y evangélico, fundamentado en su inestimable
convencimiento de la “Fe en Cristo”, una fe que se fortalecía cuantas más
dificultades y sufrimientos en la vida le acosaban y no pocas han sido las
circunstancias y hechos que tuvo que soportar y sufrir (la pérdida de sus dos
hijos), cuya ausencia supo aceptar con plena resignación cristiana.
Ha sido una luchadora con coraje,
humilde, leal, sencilla y sobre todo coherente a sus principios, siempre
abierta y alegre ante las dificultades que la sociedad nos propone; su lección
de vida nos pone de manifiesto que los problemas banales son irrisorios, su
ejemplo es el paradigma que debe trazar la empatía suficiente para no quejarnos
y arrimar el hombro a las amplias y heterogéneas necesidades, en busca de la
felicidad de la Humanidad.
Querida María del Carmen, han sido
muchos años trabajando codo a codo con la REAL INSTITUCION BENÉFICO SOCIAL
PADRE RUBINOS (CINCUENTA AÑOS); nos dejas un vacío profundo, pero a su vez, un
legado que llenará las lagunas de tu ausencia, de una mujer cristiana, fraterna,
solidaria y extraordinaria. Perdurarás para siempre en nuestras almas y
nuestros corazones.
De aquella vieja guardia, tan solo queda
el dicente….. Que Dios te guarde y ampare y hasta vernos ….. Si Dios lo
quiere!!
Eduardo Aceña García
Presidente Real Institución Benéfico
Social Padre Rubinos